Page 111 - Desde los ojos de un fantasma
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migaja —respondió Juan Pablo.
—¡Entonces lo haremos trizas y después trizas de trizas! —estalló el productor
completamente fuera de sí.
—Pero si esto no es una guerra —contestó el fadista queriendo calmar los
ánimos.
—¡Claro que es la guerra! Y además ha quedado demostrado que usted es
nuestro enemigo —declaró Doble Ex—. Quisimos hacer las cosas por las buenas
pero al parecer a usted le gusta la mala vida. Ahora tendrá que atenerse a las
consecuencias: debo advertirle que alrededor de las dos de la tarde recibirá la
visita de Míster Ru Infinito, nuestro experto en rudezas.
—¿Y para qué va a venir?
—Para secuestrarlo, ¿para qué más?
—Smileys & Inc. & Inc. & Inc. & Inc. es una empresa que se preocupa por todos
los detalles. Puede que esta información le sea de mucha ayuda —dijo Míster
Pro Tercero mientras le entregaba a Juan Pablo una hoja de papel en la que venía
una pequeña lista de objetos: cepillo de dientes, toalla, dos libros y una manita
de plástico para rascarse la espalda.
—¿Qué es esto?
—Son los artículos que puede llevar a su cautiverio.
—¡¿Nada más?!
—Aparte de dos mudas de ropa y, en su caso, una guitarra.
—¿Cómo podré reconocer a Míster Ru?
—Le diremos que se coloque una flor amarilla en el ojal.
Y entonces el par de ejecutivos grises aunque coloridos (y viceversa) abandonó
el pequeño departamento de la Rua de Mirasol. Juan Pablo pensó en regresar a la
cama, a fin de cuentas aún era muy temprano. Sin embargo, decidió aprovechar
la mañana porque al mediodía vendrían a secuestrarlo y había que dejar algunas