Page 202 - Desde los ojos de un fantasma
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—No te preocupes. Se trata de una confusión. Sara te podrá explicar todo. El
problema es que estos trámites siempre tardan y nosotros tenemos muchas cosas
que hacer allá fuera.
—Le hablaré a la señorita Natasha.
—¿A quién? —preguntó el señor Alves sin comprender muy bien las palabras de
su esposa.
—A Natasha, la joven croata que va al Conversario. Es abogada. Seguro ella
podrá agilizar las cosas.
—Muy buena idea.
En ese momento uno de los comandantes les avisó que el tiempo de la entrevista
había terminado. Era hora de que el señor Alves rindiera su primera declaración
ante el juez. Entonces Sara y sus padres se fundieron en un abrazo que duró
apenas unos segundos pero que desató destellos de amor hacia el infinito entero.
Cuando se soltaron se les veía optimistas. Cada uno sabía que tenía ante sí una
responsabilidad que cumplir.
—Te quiero —dijeron los tres hacia los otros dos.