Page 119 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma

Estaba claro que yo seguía artísticamente bloqueado (acuérdate del guión de cine

que no pude escribir y que de algún modo desencadenó buena parte de esta
historia). ¿Y qué hace un artista bloqueado? Pues recurre a las musas. ¿Y qué
hacen las musas cuando esto sucede? Le regalan un poco de inspiración al
desdichado, y todos tan contentos. ¿Pero si el artista bloqueado es un primo
fantasma que les ganó todas las partidas de canasta uruguaya? En ese caso, lo
más probable es que las musas, en lugar de proporcionarle un poco de
inspiración, le den al artista un costalito repleto de la triste sustancia que cayó
sobre la cabeza de Benice y que le cuelguen una larga serie de adjetivos
majaderos que no voy a escribir aquí.

Por otro lado, era cierto que ellas eran mis primas. Y los primos, todo mundo lo
sabe, tienen ciertas responsabilidades porque son una especie de hermanos
honorarios. Sin duda las musas comprenderían, ¿no?

Tú, Kidman y Kidman, seguro perdonador de tus primos del lado Kidman, ¿qué
hubieras hecho? ¿Hablar o no hablar? (Por cierto, ¡qué preciosa o queda al
centro de esta disyuntiva!)

Me hice varias veces la pregunta hasta que supe lo que debía hacer. Me jugaría el
futuro con un volado: si salía águila enmudecería literariamente para toda la
eternidad; si salía sol, si amanecía, entonces intentaría hablar con alguna de mis
primas.

Y lancé la moneda. La miré en el aire partiendo en dos mi destino. Giró y giró, y
cayó en tierra…

N. del a. f.: Como nos recuerda el Animalario universal del profesor Revillod, el
ravacanto es un gracioso animalillo, comedor de hierba, de los fondos abisales.
Por cierto, ocupa el lugar número 24 en el ranking de animales divertidos.