Page 143 - ¿Quién fue mi abuela Emilia?
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ojos y te imaginas que estás en tu pupitre en el segundo año, ¿qué escuchas, qué

               sientes, qué recuerdas, qué amigas y amigos están cerca de ti? ¿Qué te asustaba?
               ¿Qué te entusiasmaba en esos primeros años de la escuela?

               Por supuesto, pregunta también acerca de la secundaria: esa edad mágica en la

               que todo cambia, en la que todo es posible, en la que los problemas parecen
               multiplicarse al mismo tiempo que las soluciones, que de manera increíble llevan
               a nuevos problemas que…


               Otro tema que guarda fuertes contenidos sensoriales es el tema del trabajo.
               Pregúntales a tus entrevistados: cuando tenías treinta años, ¿qué tocaban tus
               manos en tu taller, en la oficina, en la fábrica? ¿Trabajabas sentado o parado,
               bajo techo o al aire libre, solo o con otros? ¿Qué productos salían de tus manos?
               ¿Cuáles eran tus mejores talentos? ¿Tenías dificultades especiales? En los
               descansos, ¿soñabas? ¿Con qué soñabas? ¿Tienes algunos callos de ese
               entonces? ¿Tuviste algún accidente en tu trabajo? ¿Cómo lo resolviste?
               ¿Conservas alguna cicatriz?






               Migraciones y mapas


               Hay muchas familias cuyos abuelos o bisabuelos vivían en un lugar distinto y en
               ocasiones lejano. Con solo investigar un poco descubrimos que un bisabuelo
               llegó como marino y se quedó en el puerto; descubrimos que una abuela se fue a
               estudiar del pueblo a la ciudad y de ahí pasó a la capital y se quedó al conseguir
               un buen trabajo, o que el abuelo con sus dos hermanos, llenos de ilusiones,
               decidieron poner una flotilla de camiones foráneos, y en el camino uno de ellos
               se quedó al otro lado de la frontera y allá vive con toda su familia, celebrando
               otras fiestas distintas de las que celebran los parientes que están de este lado.
               Aun dentro de las ciudades, las familias migran, cambian de barrio, de colonia,
               de municipio y de estado. Y puede resultar una aventura agradable hacer el
               recorrido para visitar a una tía abuela, una visita heroica e infatigable: pueblo a
               pueblo, casa a casa, apartamento tras apartamento, colonia tras colonia, paso a
               paso.


               Lo ideal sería que dibujaras un gran mapa, para trazar en él con puntos, líneas y
               banderas pegadas a alfileres lugares de origen, rutas, obstáculos, estancias y
               mudanzas. Quizás resulte interesante analizar migraciones y mudanzas a la luz
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