Page 141 - ¿Quién fue mi abuela Emilia?
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personales que no queremos compartir. Tenemos derecho a la privacidad y al

               silencio.

               Cuando una persona diga algo cuyo fondo científico o moral no coincida con lo
               que tú sabes y valoras, en lugar de decir “Está muy mal, ¡qué equivocado!”,

               pregúntale por qué lo dice y desde qué punto de vista lo está diciendo;
               menciónale tu sorpresa y pídele que te explique un poco más el contexto, lo que
               en su comunidad se pensaba cuando ocurrieron los hechos que relata, con
               quiénes compartía su postura en aquellos tiempos y quiénes a su alrededor
               pensaban de otra manera. En familia se vale discrepar, se vale disentir y se vale
               pedir explicaciones.


               Al final, no necesitas estar de acuerdo con todas las personas que forman tu
               familia: tienes derecho a tener tus propias ideas y a seguir razonamientos
               propios, pero, dentro de lo posible y una vez establecidas las diferencias, la idea
               general será dar cuenta, desde los puntos de vista humano, histórico y social, de
               algunas facetas, gustos, ideas y maneras de ver la vida de algunos de tus
               familiares. Se trata de que hagas tu propio mapa de familia en el que tú ocupes
               un sitio especial y autónomo alrededor del cual se organicen los otros elementos
               del mapa.






               Objetos


               Los objetos son testigos mudos de la historia. Han visto muchas cosas, han
               hecho muchas cosas gracias al impulso de hombres y mujeres. La historia que
               late en estos objetos cobra vida cuando las personas los tocan, los toman entre
               sus manos, cierran los ojos y vuelven a sentir las emociones que sentían cuando,
               hace muchos años, los usaban para resolver asuntos de la vida diaria o de la vida
               festiva o ceremonial: rincones, techos, puertas, manijas, marcos, espejos,
               instrumentos de trabajo, aparatos de cocina, ropa, adornos, canastas, vajillas,
               fotos, manteles y hasta los mismos pisos son seres rumorosos en espera de que
               alguien les pregunte qué recuerdos guardan.


               Al realizar tus pesquisas, busca objetos que estén en el espacio de tus
               entrevistados. Probablemente ellos mismos no los noten: las personas nos
               acostumbramos tanto a los objetos que con el paso del tiempo forman parte de
               nuestro ecosistema doméstico que ya no los notamos. Elige aquellos objetos que
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