Page 53 - ¿Quién fue mi abuela Emilia?
P. 53
oficina de Pensiones.
Pensiones o, más propiamente, la Dirección General de Pensiones Civiles y de
Retiro (que en 1959 se convertiría en el ISSSTE, es decir, Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales delos Trabajadores del Estado) era un organismo estatal que
había nacido en 1925 tras la expedición de la Ley de Pensiones Civiles y de
Retiro. Esta ley pretendía hacer que el propio trabajador, con la ayuda del
Estado, contribuyera a la formación de un fondo con el que a los sesenta y cinco
años de edad, y después de por lo menos quince años de servicio, se le
pensionara. También tenía la finalidad de dar préstamos hipotecarios a los
trabajadores. Trece años después, en 1938, surgió la Federación de Sindicatos de
los Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). Ese sindicato, como cualquier
otro, buscaba garantizar la seguridad en el empleo y la libre asociación para la
defensa de los intereses de los trabajadores. El sindicalismo en México había
tomado fuerza tras la Revolución de 1910, sobre todo con la Casa del Obrero
Mundial, que procuraba agrupar a los trabajadores en sindicatos y asociaciones
profesionales. Así, Emilia entró a trabajar a Pensiones justo en el momento en
que se formaba la FSTSE, uno de los sindicatos más importantes en la historia
contemporánea del país.
Hoy los sindicatos están completamente desvirtuados y supongo que mi abuela
se entristecería mucho al ver que cada día los trabajadores están peor, y sus
derechos, más desprotegidos.
Fue casi inevitable que se involucrara en las ideas sindicalistas de ese entonces.
Se hizo miembro del sindicato y ayudó a crear el programa de guarderías
infantiles y de desayunos escolares junto con Eva Sámano de López Mateos
(antes de que se convirtiera en la primera dama del país), de quien se hizo amiga.
A través de la vida sindical conocería a muchas personas que le ayudarían y
serían decisivas en su vida. Entre ellas, conoció a una tehuana llamada Hortensia
Rojas, una feminista muy politizada y con ideas de izquierda. Supongo que gente
como ella influyó en que Emilia desarrollara ideas feministas y socialistas
(todavía hoy guardo su ejemplar de La emancipación de la mujer, libro de Lenin,
el líder revolucionario ruso). Una de las primeras ideas feministas que debió de
haber adoptado fue la de que hombres y mujeres merecen una paga igual si
realizan un trabajo igual. Era una cuestión de mínima justicia por la que incluso
hoy en día siguen luchando muchas mujeres, dado que todavía es un ideal que no
siempre se cumple.