Page 104 - Diario de guerra del coronel Mejía
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—Ah, eres tú, mamá.
—¿Pues quién querías que fuera, eh? Ten. Ve a traerme veinte centavos de
bolillos. ¡Ándale!
—¿Yo?
—Pues ni modo que tu amigo imaginario. ¡Ándale, que estoy haciendo
capirotada!
—Bueno.
Quién sabe si sería por el chiste de su mamá, pero el Coronel me ordenó muy
enojado que me quedara a vigilar la vecindad cuando fue por los bolillos. Por
eso me quedé pensando algunas estrategias para atacar el cuartel enemigo,
aunque la verdad no se me ocurrió ninguna.
Lo bueno es que la capirotada le quedaba muy buena a la señora Mejía; eso le
compuso el ánimo a mi Coronel en la noche.
Sun Tzu ha dicho: “Si [tu superioridad] es de cinco a uno, atácalo”.