Page 97 - El hotel
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Como la flor que el aire la lleva,


               vien el mi amor rondando a tu puerta.


               Como la flor que el aire la lleva,


               vien el Señor del cielo a la tierra.


               Y en su voz te llama a tu puerta.


               Vien el Señor del cielo a la tierra.


               Como la flor está el mi amor.





               Cuando terminó, todos miramos expectantes a Currito para oírle protestar y
               luego cantar, pero él estaba con los ojos sobre la mesa, como si en verdad
               aquella canción le hubiese emocionado lo mismo que una copla gitana. Todos,
               menos el señor X, nos pusimos la servilleta en la cabeza, porque aquel cantar nos

               había llegado muy adentro y nos gustaba. Entonces, alguien dijo:

               –¿Y los milhojas?


               El tío Servando corrió a la cocina. Tardó mucho en regresar y, cuando llegó, nos
               explicó:


               –Nada, que los bisabuelos ya se los han comido.


               El abuelo Aquilino le hizo gestos disimulados para que se limpiase la boca,
               porque la tenía llena de merengue. El señor X miró escamado al tío Servando.
               Para entretenerle y un poco por costumbre, la tía Rosa dijo:


               –¿Y si bailamos un chiringüelo?


               Pero no nos atrevimos.
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