Page 48 - Escalera al cielo
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DE CÓMO DESAPARECISTE SIN DEJAR
RASTRO ALGUNO.
Tus noches se poblaron de pesadillas, densas pesadillas
como nubes negras. Despertabas llorando. Íbamos por ti,
para abrazarte en la oscuridad y traerte de nuevo
a este mundo. No había nada bajo la cama, ni en el clóset
ni detrás de la cortina. No existía amenaza contra la cual
no estuviéramos dispuestos a protegerte.
Pero el destino nos mostró que la peor pesadilla
no se sueña: se vive a plena luz del día, bajo los rayos
de un sol esplendoroso, que penetran por una ventana,
un domingo cualquiera. La peor pesadilla de un padre
y de una madre se cumplió para nosotros, y no hubo
quien nos abrazara. Fuimos los padres sin padres,
unos niños viejos y huérfanos.
Abrí la puerta de tu cuarto. Íbamos a visitar un vivero,
porque si algo amabas era correr entre las plantas,