Page 110 - La vida secreta de Rebecca Paradise
P. 110
Fue en mitad de la «d» cuando alguien abrió la puerta del baño. Tres pares de
zapatillas de marca cruzaron frente a mi retrete sigilosamente, y no era
precisamente una hormiga de seis patas. Me crucé de piernas sobre la taza para
que no pudieran descubrirme. El pestillo ni siquiera estaba corrido.
–O sea, ¿que ya la tienes?
Aquella era la voz de un chico, lo cual me preocupó un poco, puesto que aquel
aseo era exclusivamente para niñas.
–Desde hace días.
Y aquella era la voz de Sofía, lo cual me preocupó aún más. Aguanté la
respiración mientras trataba de masticar en silencio la masa de atún con
mayonesa que me inundaba la boca.
–Déjanos verla –susurró una tercera voz. Esta también la reconocí. Era de una
niña llamada Lavender; eso significaba que seguramente el chico era Thomas.
Lavender y Thomas eran los subdirectores de El Noticiero de Tercero y los
mejores amigos de Sofía. Dicho de otra forma, sus perritos falderos. De haber
podido, la una hubiera caminado delante de Sofía lanzando pétalos de rosa
mientras el otro los barría por detrás.
Se oyó el rasgar de una cremallera y después un ruido, como si alguien estuviera
revolviendo en una bolsa o una mochila. Después de unos segundos, los tres
estallaron en risitas nerviosas.
–¡Se ve muy bien! –opinó Lavender–. ¿Cómo la hiciste sin que te descubriera?
–La verdad es que no fue fácil –dijo Sofía–. Estaba todo muy oscuro. ¡Y os juro
que la tenía a diez pasos!
–Podría haber ido contigo –se quejó Thomas–. Te dije que quería ir.
–¿Tú y Sofía solos y a oscuras en una clase? –se burló Lavender–. Ya te gustaría.
Thomas no contestó a aquella acusación tan clara, pero en ese momento se