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extraer conclusiones de la valoración de la competición. Estas valoraciones se deben traducir, en su caso, en las
pertinentes modificaciones de la planificación.
6.- Control y evaluación de la competición.
El control y evaluación de la competición, como ya se ha apuntado en el apartado anterior, va a ofrecer al
técnico una idea bastante aproximada del estado de forma en el que se encuentra el deportista. Más aún, debe ser
aprovechada cada competición para intentar evaluar todos los aspectos posibles, ya que las competiciones
suponen oportunidades únicas para hacerlo. Hay que tener en cuenta que el deportista se encuentra, precisamente
en la competición, en la situación para la cual se ha planificado todo su entrenamiento.
6.1.-Tipos de control y evaluación
Evaluación o valoración inicial.
No se puede realizar una correcta planificación del entrenamiento si no sabemos de qué punto vamos a partir, no
solamente en las cuestiones relacionadas con el estado de forma física, sino también en aspectos técnicos y
tácticos relacionados con la competición, así como las pertinentes valoraciones personales del deportista:
Características de su personalidad, situación socioeconómica (familiar, laboral, etc.) u otras que se consideren de
interés.
Evaluación continua
El técnico debe tener a su disposición materiales de registro de aquellos parámetros que considere necesario
evaluar. Estos materiales, diseñados preferentemente por sí mismo, según las especificidades analizadas en el
apartado anterior, deben recoger, de forma rápida y sencilla, información diaria respecto a la evolución del
entrenamiento del deportista.
Además, como ya se ha apuntado anteriormente, deberá disponer de un material de recogida de datos en las
competiciones, en previsión de que, en la situación de competición, no va a poder dedicar mucho tiempo a esta
labor. Este material ofrecerá una idea de la idoneidad de la planificación del entrenamiento y de la adaptación
del deportista al mismo. En estos controles competitivos, se deberá valorar, además, la capacidad de adaptación
del deportista a la propia competición, teniendo en cuenta:
-Asimilación y acomodación a la situación reglamentaria.
-A las estrategias técnicas y tácticas.
-Presión psicológica de la competición.
.Aspectos motivacionales y psicológicos.
Evaluación final.
Tras la última competición de la temporada habrá que realizar una valoración general de la idoneidad de la
planificación seguida, del propio deportista y de las decisiones tomadas por el técnico. En esta valoración se
fundamenta, en gran parte, la que se realizará la temporada siguiente. Es la evaluación que cierra un ciclo y que
es el comienzo del siguiente.