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z58 G. Mar anón
ticarios». Desde los tiempos de Fei-
jóo hemos mejorado mucho, porque
hoy esas colusiones apenas tienen rea­
lidad.

Deberes del médico
ante los intereses de
la especie.

En este capítulo del médico y la so­
ciedad deben incluirse los delicados
problemas de moral que suscita la ac­
tividad sexual, la generación y sus mo­
dalidades, y la higiene y perfecciona­
miento de la propagación de las espe­
cies. Para mí no ofrece duda que el
velar por la salud de la especie, por la
perfección de la descendencia humana,
es un deber estricto del médico; un
deber que no puede eludir, cualquiera
que sea su posición filosófica ante el