Page 171 - 0003476
P. 171
x74 G. Marañón
que la vocación será la que nos dicte
las palabras justas, el tono adecuado:
todo aquello que no pueden enseñar los
maestros ni los tratados y que inspira,
sin titubeos, el instinto. Nunca, pues,
recetas de tal o cual sistema pedagó
gico o psiquiátrico; nunca, por ejem
plo, psicoanálisis. En el alma del jo
ven y, en general, del hombre que su
fre de sus instintos, hay que entrar de
puntillas y en silencio, como se entra
en las bibliotecas donde se trabaja;
más aún, en los templos. Sin pedante
rías doctrinales; sin pretender remover
el subconsciente, sino, si acaso, ente
rrándolo más todavía.