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Minoría GITANA EN          LA   COMARCA DE GUADIX  a                los  derechos  de
                  los  avecinados  en lugares   no habilitados   que contaban con provisiones       del

                  Consejo y con Ejecutorias      de castellanía. Poco después,  en el  reinado       de
                  Femando VI, una       Real  Provisión de 14     de julio  de 1746   disponía que a
                  solicitud de las autoridades locales, podrían seguir viviendo en sus  lugares
                  de origen aquellos gitanos que llevan más de 1O años de residencia.”
                  ¿Por qué se dictaron estas leyes trampa? Porque los gitanos debido

                  a las persecuciones, no se fiaban de vivir en las ciudades, y por ello

                  habían logrado       sobrevivir,   aunque     miles   de   ellos  ya  habían sido
                  aniquilados. Lógicamente          los  gitanos  querían    vivir  tranquilos   y  en

                  casas,   pues   estaban    cansados    de   huir,  pero mejor       era  huir,  que

                  morir.    Así,   si  se   quería    acabar    con ellos,      había que       darles
                  confianza, para que residieran en las ciudades, y así, el Marques de

                  la  Ensenada     y  sus  consejeros,    esperaron    años,   hasta   conseguir    un
                  número importante de gitanos, y entonces dieron el golpe mortal.


                                   EL PORQUE DE LA HUIDA DE

                                LOS GITANOS A LAS MONTAÑAS.



                   Existe un documento muy importante, que reconoce que las leyes,
                  lo único que hicieron es revelarse a los gitanos y que no ayudaron

                  en nada.


                  Se   trata   de   Gaspar de        Bracamonte       Guzmán y         Pacheco      de
                  Mendoza que        da su   opinión  sobre aceptar        compañías      de  gitanos

                  en   los   Tercios     de Flandes       (23   de   mayo de       1639)  y     dicho
                  documento dice        así: “si  bien reconozco que puede tener      inconvenientes,

                  además de la indecencia, el admitir en los ejércitos de su majestad gente tan
                  desacreditada    como   ésta;  pero también    considero   que las   ocurrencias   de
                  aprieto grande suelen dispensar mayores impedimentos que éste; los romanos
                  armaron    alguna    vez  esclavos,   y  ya  hemos    visto indultados     y hechos

                  capitanes,   bandoleros   de muchos    años;  y  yo estoy pensando que de esta
                  gente se podrían formar     dos  o tres  compañías   de dragones   que sirviesen   en
                  este manejo muy útilmente, por ser todos de natural duro, acostumbrados a
                  sufrir los  tiempos,  ágiles  para  manejar los   caballos,  y  más  ejercitados  que

                  otros  en el  uso de los   arcabuces. Considero también que por         este camino
                  podría  libertarse el  reino  de este género  de gente, con mejor    efecto del  que


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