Page 125 - Manual atención al público
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Saber qué clase de comunicador/a es uno/a mismo/a resulta decisivo
para tener éxito, porque comunicarse es lo que se hace de modo constante:
• Es probable que hasta un ochenta y cinco por ciento de su día esté
dedicado a alguna forma de comunicación, la mayor parte de la cual
consiste en intercambios verbales (hablar y escuchar) con otras
personas.
• En el trabajo, una persona pronuncia una serie de “charlas” por año, ya
sea dirigiéndose a los/as compañeros/as o a los/as clientes/as.
• Usted se pasa hablando por teléfono entre dos y cuatro veces el tiempo
que dedica a usar cualquier otro recurso tecnológico, incluyendo
ordenadores y procesadores de textos.
• De acuerdo con estudios recientes, la habilidad comunicativa, en cuanto
factor importante para el éxito, ocupa el segundo lugar después del
conocimiento del trabajo.
Si la gente no se siente rápidamente atraída hacia usted, o no le gusta
lo que ve y oye en esos primeros dos o cuatro minutos, lo más probable es
que no presten atención a las palabras con que usted crea estar demostrando
sus conocimientos y su autoridad. Su interlocutor/a encontrará que su
“cliente/a” es culpable, se buscará otro/a médico/a, irá a comprar otro
producto, votará por su adversario/a o contratará a otra persona.
Durante los primeros minutos de interacción, la atención de la otra
persona aún no está fatigada y su poder de retención es mayor: su
interlocutor/a está concentrado/a en usted con ojos y oídos que están
diciendo al cerebro todo lo que ven y oyen. Ese proceso de creación de
primeras impresiones es muy curioso, pero hasta cierto punto predecible. Hay
un orden específico por el cual los demás procesan la información que les
llega de usted.
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