Page 31 - MANUAL NO SÉ SI ME EXPLICO

siseo de una serpiente sea la señal de advertencia ante la inminencia de un
ataque.

Así pues, de este cerebro primitivo emergieron los centros emocionales

que, millones de años más tarde, dieron lugar al cerebro pensante —o
«neocórtex»— el cual es nuestro cerebro consciente.

Como el cerebro emocional es muy anterior al racional y que éste es a

su vez una derivación de aquél, nos explica las auténticas el origen de las
relaciones que se dan entre el pensamiento y el sentimiento.

6.2. EL SISTEMA LÍMBICO

Con la aparición de los primeros mamíferos surgieron otros estratos en
el cerebro emocional. Estos estratos rodearon al tallo encefálico como en

forma de anillo dejando en su interior el tallo encefálico. A esta parte del
cerebro que envuelve y rodea al tallo encefálico se le denominó sistema

“límbico” , término que proviene del latín limbus, que precisamente significa
«anillo».

Este nuevo elemento fue el que incorporó las emociones propiamente

dichas al catálogo de respuestas del cerebro. Por ese motivo, cuando nos
aprisionan el deseo, la rabia, la pasión o el miedo, por ejemplo, tendemos a

expresar comportamientos emocionales en los que participan ambos
sistemas.

Lo que sucede es que la evolución del sistema límbico aportó dos

nuevas herramientas: EL APRENDIZAJE Y LA MEMORIA, las cuales nos

permitieron que pudiésemos ir más allá de las reacciones automáticas básicas
y que fuésemos capaces de afinar las respuestas a fin adaptarlas a las

variables del entorno.

6.3. EL NEOCÓRTEX

Hace aproximadamente cien millones de años, el cerebro de los
mamíferos experimentó una transformación radical cuando un nuevo estrato

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