Page 42 - MANUAL NO SÉ SI ME EXPLICO
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9. HABILIDADES SOCIALES.



                         ¿Tenemos habilidades sociales? La respuesta es sí, pero con matices.
                  Sí, tenemos la  suficiente educación y preparación para transmitir el mensaje,

                  si potenciamos y mostramos todos esos aspectos positivos nuestros que son
                  interesantes para otras personas


                         ¿Por  qué?  Porque  dentro  de  los  rasgos  correspondientes  a  la

                  personalidad  de  cada  persona  que  nos  escucha,  existe  la  necesidad  de
                  educación, de información, de aprender más para ser mejor y porque el ser

                  humano es un ser social que necesita relacionarse para progresar.


                         ¿Y  los  matices?  No  existen  dos  personalidades  iguales,  por  lo  que

                  podemos  encontrarnos  ante  alguien  que  cuente  con  una  personalidad
                  incompatible  con  la  suya,  lo  que  hará  difícil  o  imposible  todo  intento  de

                  comunicación. Esto es así, se da y muchas veces es difícil de solucionar.


                         Cuidado, aunque la incompatibilidad de personalidades existe, aunque
                  por  suerte  no  abunda  demasiado,  la  mayoría  de  las  veces,  cuando  se

                  comunica mal es porque no se han utilizado correctamente todas las armas
                  de persuasión que cada cual posee.


                  EL TALANTE:



                         Su manera psicológica de presentarse y estar ante los demás hará que

                  consiga amistades o enemistadws


                         Un  talante  abierto,  positivo,  simpático,  honrado  y  sincero  creará
                  confianza en quienes le escuchan. Por el contrario, un talante negativo, seco

                  y fingido, creará desconfianza y hostilidad.


                         Si  se  tienen  problemas  personales  y  se  está  de  mal  humor,  los/as
                  oyentes no tienen por qué aguantar. Si no se es capaz de cambiar y olvidar

                  por  un  momento  todos  esos  problemas,  lo  mejor  es  aplazar  la  charla  o
                  entrevista.




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