Page 593 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Para los que profesan esta teoría, el conde de Saint Germain es su máximo adepto y
afirman que él y Christian Rosacruz eran la misma persona. Aceptan el fuego como su
símbolo universal, porque es el único elemento mediante el cual podían controlar los
metales. Afirmaban que descendían de Túbal Caín y de Hiram Abif y que su existencia
tenía por objeto preservar la naturaleza espiritual del hombre durante los períodos de
materialidad. «Las sectas gnósticas, los árabes, los alquimistas, los templarios, los
rosacruces y, por último, los masones constituyen la cadena occidental en la
transmisión del ocultismo.» [173]
Max Heindel, el místico cristiano, describió el templo rosacruz como una
«estructura etérica» situada dentro de y en torno a la casa de un caballero de
provincias europeo. Creía que aquella construcción invisible acabaría por ser
trasladada al continente americano. Heindel decía que los iniciados rosacruces estaban
tan avanzados en la ciencia de la vida que «la muerte los había olvidado».