Page 784 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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la  vida,  el  espíritu  de  Dios  vive  allí,  en  el  Lugar  Santo.  El  Templo  del  Alma  es  la

  verdadera Casa Eterna y quien puede levantada o fundirla es, sin duda, un maestro.
  Los  autores  masónicos  mejor  informados  se  han  dado  cuenta  de  que  el  Templo  de

  Salomón es una representación en miniatura del templo universal. Con respecto a este

  punto,  en  A  New  Encyclopaedia  of  Freemasonry,  A.  E.  Waite  escribe  lo  siguiente:

  «Tiene carácter macrocósmico, de modo que el templo es un símbolo del universo, un
  tipo de manifestación en sí mismo».

       Salomón,  el  espíritu  de  la  iluminación  universal  —mental,  espiritual,  moral  y

  física— se personifica como el rey de una nación terrenal. Aunque es posible que un

  gran soberano con ese nombre haya construido un templo, quien considere la historia
  exclusivamente desde el punto de vista histórico no podrá despejar jamás la hojarasca

  que  cubre  las  criptas  secretas.  La  hojarasca  es  la  materia  interpolada  en  forma  de

  símbolos, alegorías y grados superficiales, que en realidad no tienen nada que ver con
  los Misterios masónicos originales. Con respecto a la pérdida de la verdadera clave

  esotérica de los secretos masónicos, Albert Pike escribe lo siguiente:



       Ya nadie viaja «desde las alturas de Cabaón hasta el suelo que trilla Omán el

       Yebusita»  ni  ha  visto  a  «su  maestro,  vestido  de  azul  y  oro»  ni  se  paga  a
       aprendices  ni  a  compañeros  en  sus  columnas  respectivas:  tampoco  es  el

       cuadro de logia la herramienta de trabajo del maestro ni usa en su obra «tiza,

       carboncillo y un recipiente de barro» ni el aprendiz, al convenirse en hermano,

       pasa del cuadrado al compás porque el significado simbólico de estas frases se
       ha perdido hace mucho tiempo.



       Según  los  antiguos  rabinos,  Salomón  era  un  iniciado  de  las  escuelas  de  los

  Misterios  y  el  templo  que  construyó  en  realidad  era  una  casa  de  iniciación  que

  contenía un cúmulo de emblemas filosóficos y fálicos Los granados, las columnas con
  la parte superior en forma de palmera, los pilares delante de la puerta, los querubines

  babilónicos y la distribución de las cámaras y las colgaduras indican que el templo se

  hizo siguiendo el modelo de los santuarios de Egipto y la Atlántida. Isaac Myer, en

  The Qabbalah, hace la siguiente observación.


       El  Pseudo-Clemente  de  Roma  escribe:  «Dios  hizo  al  hombre  masculino  y

       femenino.  El  masculino  es  Cristo  y  el  femenino,  la  Iglesia».  Los  cabalistas

       llamaban  al  Espíritu  Santo  la  madre  y  a  la  Iglesia  de  Israel,  la  Hija.  Para

       anunciar este misterio, Salomón grabó en los muros de su templo las imágenes
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