Page 819 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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El equivalente a Cristo en las Indias Orientales es el inmortal Christna, que se
sentaba en el bosque a tocar la flauta y encantaba a las aves y las bestias con su
música. Se supone que este Salvador de la humanidad de inspiración divina fue
crucificado en un árbol por sus enemigos, aunque se ha puesto mucho empeño en
destruir todas las pruebas que apuntaban en esa dirección. En su libro La Biblia en la
India, Louis Jacolliot describe la muerte de Christna con estas palabras: «Christna
supo que le había llegado la hora de dejar la tierra y regresar al seno de aquel que lo
había enviado. Un día fue a hacer sus abluciones a orillas del Ganges y prohibió a sus
discípulos que lo siguieran. […] Cuando llegó al río sagrado, se sumergió en él tres
veces y a continuación se arrodilló y, mirando al cielo, oró esperando la muerte. Así
estaba cuando lo atravesaron las flechas de alguien cuyos crímenes había revelado y
que, al enterarse de que había ido al Ganges, lo siguió con una muchedumbre,
dispuesto a asesinarlo. […] El asesino colgó el cuerpo del hombre Dios de las ramas
de un árbol, para que fuera presa de los buitres. Cuando se difundió la noticia de su
muerte, llegó una multitud conducida por Arjuna, el discípulo favorito de Christna,
para recuperar los restos sagrados. Sin embargo, el cuerpo mortal del redentor había
desaparecido —sin duda, había llegado a su morada celestial— […] y el árbol en el
que había estado colgado de pronto se había cubierto de gran cantidad de flores rojas
y esparcía a su alrededor un perfume dulcísimo». Según otras versiones de la muerte
de Christna, antes de lanzarle las flechas lo ataron a un árbol con forma de cruz.
La existencia en The Hindú Pantheon de Moor de una ilustración de Christna con
heridas de clavos en las manos y los pies y en Ancient Faiths Embodied in Ancient
Names de Inman de una ilustración en la que aparece una divinidad oriental con lo
que bien podría ser un agujero de un clavo en uno de los pies debería ser un motivo
suficiente para seguir investigando sobre este tema con toda imparcialidad. Con
respecto a los descubrimientos sorprendentes que se pueden hacer en tal sentido, J. P.
Lundy, en su Monumental Christianity, presenta la siguiente información: «¿De
dónde sacaron los persas la idea de esta profecía interpretada así con respecto a Cristo
y su misericordia y su amor salvadores desplegados en la cruz? Tanto mediante
símbolos como por el crucifijo en sí, lo vemos en todos sus monumentos. Si procedía
de India, ¿cómo llegó hasta allí, si no es por el centro común y original de toda
religión primitiva y pura? Hay una ilustración de lo más extraordinaria sobre todo el
tema y creo que esta representación es anterior al cristianismo. Está copiada de The
Hindu Pantheon de Moor, no como curiosidad, sino como un monumento muy
singular de la crucifixión. No me atrevo a ponerle un nombre, si no es el de
crucifixión en el espacio. […] ¿Puede ser el hombre víctima o el sacerdote y la