Page 75 - Alejandro Casona
P. 75
días, y por todas partes salimos a lo mismo. Ya me decía el corazón
que algo extraño había aquí.
GENOVEVA.
¿La señora sospechaba también?
ABUELA.
Desde la primera noche: una mirada aquí, una palabra suelta allá...
Pero cualquier cosa podía imaginar menos esto. ¿Dónde está Isabel?
GENOVEVA.
¿Va a hablarle?
ABUELA.
Y ahora mismo. ¿Le parece que soy yo mujer para andar espiando la
verdad por detrás de las puertas? ¿Dónde está Isabel?
GENOVEVA.
Regando las hortensias.
ABUELA.
Llámela.
GENOVEVA.
Por favor, señora, piénselo...
ABUELA.
¡Que la llame digo! (Genoveva se asoma al jardín llamando.)
GENOVEVA.
¡Isabel... Niña Isabel!... Ya viene.
ABUELA.
Déjenos solas. (Sale Genoveva hacia la cocina. Llega Isabel con un
brazado de hortensias.)
ABUELA e ISABEL
ISABEL.
¿Me llamaba?
ABUELA.
Acércate. Mírame de frente y contesta sin vacilar. ¿Qué me andas
ocultando todos estos días?