Page 12 - Diálogos
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Autodestructivo
Silencio.
Regálame un minuto de tu tiempo, para poder co-
lumpiarme en él.
Solo.
Verdes pastos que crecen por entre lozas de arena,
cal y piedra maciza.
No sabía que el cielo podría ser tan claro, que llega
a lastimarme.
Silencio.
La tierra es tan efímera que mis pasos no dejan
huella.
Cientos de abejas danzan alrededor de la hoguera
que hay en mi interior,
quemando los recuerdos de este paisaje, convirtiendo
en cenizas los ayeres que se han tatuado en mi
mente.
Solo.
El viento se ha llevado mi camino, allá donde él
sabe que no podré llegar.
El destino me ha alcanzado, me ha pisoteado y me
ha olvidado.
Y me aferro a esta banca, donde la sangre brota y
me baña, caliente, espesa, asfixiante.
Silencio.
Regálame un minuto de tu tiempo, para poder olvi-
darte.
Solo.
Verdes pastos por los que camino, con la muerte si-
guiendo mi sombra.
No sabía que el cielo podría ser tan claro, que llega
a consumirme.
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