Page 54 - Diálogos
P. 54
envolvían, cual serpiente al atrapar a su presa. Tus
pezones firmes y tu vientre tenso. Besaste mi cuello,
pidiendo que lo hiciera despacio. Me llevaste firmemente
hacia tu monte de venus. Y me deje llevar por entre
esas sensaciones que manchaban mi barba y llenaban
mi libido.
Mi hombría aún estaba deseosa de tus placeres. Te
pusiste sobre mí y gozaste conmigo. Primero pausa-
damente, con un gemir rítmico, un poco más rápido,
más rápido, para cortar y empezar otra vez. Jugaste
con el sexo, queriendo engañar a mi naturaleza. No
querías que terminara. Tus uñas sobre mi pecho. Mis
manos abarcando el tuyo. El temblor de tu nalga. Y
tú, gritando, mientras estoy dentro de ti. Disfrutando
cada segundo. ¡No Pares! Y continúo, mientras la
fuerza que sale de la fusión de nuestros cuerpos
mantiene mi pene erecto. El segundo condón ha ter-
minado lleno. Y me dispongo a recorrer tu cuerpo con
la yema de mis dedos. Quiero grabar esta noche en
mi mente. Tu terminas después de mí y me arañas
más y más fuerte. Tus pies están tensos, tu respirar
entrecortado. Un segundo sobre mi pecho, al otro te
has ido. No me concediste una última mirada.
Y tu cuerpo vale quinientos pesos.
| 54 |

