Page 72 - Diálogos
P. 72
Odiando tu amado rostro.
Odiando tus bellos labios.
Odiando tu nombre.
Odiando el momento en que mi alma salió de mi
cuerpo, para arrastrarse a un lado de ti, cual perro
faldero, al que solo se le puede profesar un poco de
lástima y demasiada indiferencia.
Y ahora estoy aquí... Marchándome.
Llevando conmigo un recuerdo.
Llevando conmigo una parte de tu cuerpo.
Y ahora estoy aquí... Enterrándote.
Enterrando tu presencia.
Debajo de hierbas de olor, muerte y café de grano.
Viendo una vieja película de terror.
Descansando mis talones en la tumba que lleva tu
nombre, donde aparte de ti y la alusión a tu cabello,
esta mi corazón desgarrado por dentro. Viendo los
olores del arco iris, olores que evocan los segundos
antes de que te metieras tan dentro de mí, que sacarte
es regresar contigo. Oliendo sonidos, como un roedor
detrás de una buena banda, una banda que toca solo
con los ojos, bailando con los dedos y sus mil formas
de decir te quiero. Escuchando colores, fumándome al
cielo, en donde se ve la máscara que es tu rostro,
detrás de la nube que inventamos, esa nube que en
un cielo azul claro es la única que tiene la tonalidad
de tu piel, el olor de tu pasión, la música que se
escucha cuando corre tu sangre por debajo de mis
emociones.
| 72 |