Page 69 - Diálogos
P. 69
Diario de un demente
Dia 1
Las luces blancas del techo se apagaron una a una,
rítmicamente. El cielo se mostraba despejado, con una
que otra estrella perdida.
Nubes.
El tiempo se detenía tras esa falda. Solo importaba la
forma de hacerlo. Pareciera que Plutón se había ali-
neado con Marte. El destino estaba a su favor. Solo
necesitaba más tiempo. Más tiempo.
Ella caminaba entre frío y cristal. Caminaba hacia la
inocencia. Caminaba durante la noche. Solo caminaba.
Sus manos trabajaron solas. Sujetaron, apresaron, as-
fixiaron los sueños y la boca. Tocaron la piel cálida
de un cuerpo inexistente en un mundo perdido. No
pensaba, solo desgarraba, presa del frenesí y la locura
del momento.
Silencio.
Ojos claros. Inexpresivos, viendo fijos el horror y la luz
de la luna filtrada a través de la ventana.
Sexo.
El techo funge como anónimo espectador. Gotas de
sudor caen de su frente. Y dan a parar a un pecho
sin color. Sin vida.
| 69 |

