Page 66 - Diálogos

manchita, me recuerda lo débil que soy, maldita sea,
¡¡¡ca-lla-teee!!!...

Enfurecido me levanto y estrello el pinche vaso contra
la pared. Lo veo en el suelo hecho añicos y contemplo
mi reflejo en los cientos de pedazos de lo que hace
pocos segundos fue una fina pieza de cristal. Sin
poder controlar mi cólera, tiro todo lo que está frente
a mí: la cubeta, el trapo, el jabón líquido, la cómoda,
las tazas que me dio mi madre, los vasos y la vajilla
de porcelana.

Cansado de mi exabrupto me echo en el sillón. En-
ciendo un cigarro, tiro la ceniza al suelo y miro el
desastre que hay a mi alrededor. Mi casa sigue sucia.
Ya no importa, ya no me siento mal.

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