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A continuación, te contamos sobre 3 ejercicios de gestión
de emociones que pueden ser aplicables en un flujo de
valor, y que ayudan a promover el trabajo ágil.
1. Ejercicio de observación y conciencia.
Observa durante 15 minutos, a todo tu alrededor. Pide a tu equipo hacer lo mismo cuando estés
en la mesa juntos a todos.
Observen lo que sucede a tu alrededor: cómo las personas caminan y van a hablar con otros y con
quién hablan; ¿Cuáles son sus expresiones? ¿Cómo están dispuestos en las mesas? ¿Qué sienten?
¿Cuál es el estado de ánimo general del grupo? ¿Qué ves y oyes?
Haz esto una vez a la semana, durante 15 minutos.
Luego de 3 semanas, reúnelo y discutan cómo este ejercicio los ayuda a tener emociones
inteligentes y a tomar decisiones en su entorno laboral.
2. Comuniquemos emociones dentro del ritmo normal del día:
Cuando tomes decisiones, explica porque lo hiciste de esa manera.
Recuerda que, en la colaboración del equipo ágil, no se trata solo de tomar una decisión y
esperar que todos la sigan, sino de unir la visión, alinear los propósitos y por eso, explicar el
porqué de la decisión, es lo más importante para que podamos sintonizar emociones positivas
que ayudan a que el trabajo se logre.
Sobre todo, cuando la decisión implica un cambio que debe suceder o ya está ocurriendo.
“Las personas no solo aceptan las cosas, necesitan escuchar cuáles fueron
las opciones, por qué, cómo se eligió una opción en particular y cómo
afectará a todos.” Guido Cattaneo.