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He llegado a la conclusión de que las
mujeres nacimos destinadas a la reta-
guardia. Es triste, pero es la realidad. He llegado a la
3. ¿Dónde viste más machismo, entre conclusión de
los mandos o entre los compañeros? que las mujeres
El machismo estaba presente entre los nacimos desti-
mandos, entre los compañeros (en el nadas a la reta-
frente y la retaguardia) en nuestro go-
bierno y, por supuesto, en los distintos guardia.
partidos políticos que no hicieron nada
o casi nada cuando Largo Caballero nos
obligó a abandonar la lucha en primera
línea. Esa fue una gran decepción. En
poco más de tres meses, pasamos de
ser heroínas patrióticas a prostitutas
y ninfómanas. Según se decía, éramos
más peligrosas que las balas porque
propagábamos enfermedades vené-
reas. Pero la frase que a mí más me
dolió fue la de que “éramos estorbos © Baral
bienintencionados”.
No quiero ser demasiado severa tam- como una fuerza sobrenatural capaz
“Nunca, nunca, poco, supongo que la sociedad en su de levantarnos a las más jóvenes cuan-
do caíamos en el desánimo.
conjunto no estaba preparada para
conseguimos que nos nosotras. En otros momentos me parecía que
trataran como iguales. 4. Entonces, te sentiste decepciona- eran demasiado duras con nosotras.
Tuvimos que soportar da con los ideales de la República… Más tarde comprendí que lo hacían por
nuestro bien. A algunas, esa fortaleza
una doble carga, Definitivamente, sí. Cuando Clara que nos inculcaron, nos salvó la vida.
Campoamor defendió en el Congreso
vamos, como hoy en el derecho al voto de las mujeres, ya se 7. ¿Dónde te hicieron prisionera?
día. Ahora las mujeres intuyó cómo podían ser las cosas des- Verás, las órdenes eran que las muje-
pués. Le costó mucho conseguir que
no van al frente, pero nos concedieran ese derecho. Quiero res desapareciéramos del frente, sin
embargo, yo no tenía intención de re-
decir que, en mi opinión, a la hora de la
se siguen enfrentando verdad fueron todo un montón de pro- gresar al pueblo. Así que, como pude,
a dobles jornadas de mesas incumplidas. entré en Madrid para intentar colabo-
rar en lo que me dejaran. Y eso hice du-
trabajo, como siempre” 5. ¿Qué momento del día era el más rante un tiempo, pero tuve mala suerte.
triste para ti cuándo estabas en el
Un día me crucé con un paisano, con el
frente? que mi familia había tenido ciertas des-
avenencias en el pasado. A los pocos
Mira, te la estoy diciendo y todavía me Cuándo caía el sol y se volvía a reta- días me detuvieron. Una semana antes
indigna, aunque no tanto como cuando guardia, si se podía volver claro. En ese había caído Madrid. Fueron días muy
tenía diecisiete años, claro está. Cuan- momento, eras consciente de que no duros. No logro recordar el tiempo que
do la escuché me puse hecha una furia todos los compañeros y compañeras estuve detenida. Lo que nunca olvidaré
y trasladaba toda mi rabia a todo aquel que habían marchado ese día a comba- es el día que entré en la cárcel de Ven-
que me encontraba ¿Y total para qué? tir habían regresado. Siempre había al- tas junto a otras compañeras.
No cambió nada. Era muy deprimente guien que se quedaba en el camino. Era
comprobar que por mucho que nos es- triste y duro a la vez, porque entonces “No logro recordar el
forzábamos en manejar un arma como te dabas cuenta de que la gente moría tiempo que estuve
ellos, en hacer guardias como ellos, en por unos ideales.
fabricar explosivos… Nunca, nunca, detenida. Lo que nunca
conseguimos que nos trataran como 6. ¿Qué aprendiste de tus compañe-
iguales. Tuvimos que soportar una do- ras milicianas? olvidaré es el día que
ble carga, vamos, como hoy en día. Aho- Pues aprendí mucho, sobre todo de entré en la cárcel de
ra las mujeres no van al frente, pero se las mayores. Muchas ya eran madres
siguen enfrentando a dobles jornadas y supongo que el hecho de haber teni- Ventas junto a otras
de trabajo, como siempre.
do que dejar a sus hijos atrás, les daba compañeras”
ALQUIMIA FEMINISTA | 19