Page 417 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
P. 417
414 POLITICA INTERIOR DE ALEJANDRO
ción cómodas y seguras y la cohesión y permanencia que sólo podían darle una
serie de centros comerciales importantes. Esta mira, además de la militar, fué la
que guió a Alejandro, desde el primer momento, en su política de fundación de
ciudades y colonias, y todavía hoy siguen siendo las ciudades fundadas por él los
emporios más importantes del Asia; con la diferencia de que hoy las caravanas
se hallan expuestas a las rapaces agresiones y las depredaciones de los poderosos,
mientras que en el imperio de Alejandro los caminos eran seguros, las tribus rapa
ces de las montañas o los desiertos se mañtemin tranquilas o eran obligadas a
establecerse en colonias y los funcionarios reales veíanse obligados o estaban
dispuestos en todo momento a velar por el fomento y la seguridad del comercio.
Tomó también un auge extraordinario la vida comercial en la cuenca del Medi
terráneo y la Alejandría 3e Egipto empezó ya ahora a convertirse en el centro del
comercio por aquel mar; que según los planes de Alejandro habría de verse pronto
libre de las fechorías de los piratas etruscos e ilirios que lo infestaban.
Pero lo más importante de todo fué el afán incansable con que Alejandro se
preocupó de abrir por todas partes nuevas comunicaciones marítimas. Ya había
logrado, como hemos visto, descubrir la ruta marítima entre el Indo y el Eufra
tes y el Tigris; la fundación de ciudades portuarias helénicas en las desemboca
duras de estos ríos ofreció los necesarios puntos de apoyo a la navegación y al
comercio en aquellas costas. Más adelante veremos lo que hizo por dar vida a
estas nuevas ciudades y por comunicar comercialmente el interior de las tierras
bajas dé la Siria con las desembocaduras de sus ríos en el mar, lo mismo que las
tierras del alto Indo con su propia salida al océano, cómo proyectó el descubri
miento de una extensa rata marítima que uniese el golfo Pérsico con el mar
"Rojo y las proximidades de Alejandría, dando la vuelta a la península arábiga,
"c5mo se proponía tender calzadas militares y comerciales que, partiendo de la
Alejandría egipcia hacia el occidente, recorriesen la costa del Mediterráneo, y
cómo, finalmente, ordenó construir una flota en los bosques de la Hircania, con
la esperanza de descubir —dentro de las confusas nociones geográficas de la
época— una comunicación entre el mar Carpió y el mar del Norte y entre este
mar y el Océano Indico.
Otro punto que merece la pena ser tenido en cuenta aquí es el de la mezcla
de los pueblos, ya iniciada por Alejandro y en la que éste veía, a la par, la meta
y el camino de sus fundaciones. En un plazo de diez años había sido descu
bierto y conquistado un mundo, habían sido derribadas las barreras que separaban
al oriente del Occidente, habían sido abiertos los caminos que en lo sucesivo
habrían de unir a los pueblos de levante y de poniente. Un antiguo escritor dice:
“Como en una copa de amor, habían sido mezclados los elementos de la vida de
todos los pueblos, y los pueblos bebían juntos de esta copa y olvidaban las viejas
enemistades y la vieja impotencia” .
No es éste el lugar indicado para exponer a qué resultados condujo esta
mezcla de los pueblos, que tienen por marco la historia de los siglos siguientes.
Sin embargo, ya en ésta su fase inicial se traslucen las corrientes que más tarde