Page 377 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides

LAS COÉFORAS

Corifeo
En verdad la oímos, pero entérate por los extranjeros
yendo hacia adentro. No hay mayor autoridad en los mensajes,
si el mismo varón obtiene la información de ellos mismos. 850

Egisto
Quiero ver y probar, por mi parte, al mensajero,
si él mismo estuvo presente cerca cuando murió,
o si por un incierto rumor dice que lo supo.
Con seguridad no podrá engañar la claridad de mi mirada.

(Egisto entra al palacio.)

Corifeo
¡Zeus, Zeus! ¿Qué digo? ¿En qué punto puedo iniciar 855
a clamar tales imprecaciones,
y por buena voluntad
cómo puedo lograr la expresión del equilibrio?
Pues en este momento están destinadas las impuras
puntas afiladas de las espadas matadoras de hombres 860
o bien a fundar en la casa de Agamenón
la destrucción para siempre
o bien encender el fuego y la luz
por la libertad, lo mismo que el poder que legitima a la ciudad,
y de sus abuelos obtendrá una enorme riqueza. 865
Esta lucha, él, que es el único beligerante,
el divino Orestes, está destinada contra dos enemigos.
a luchar. ¡Que se otorgue la victoria!

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