Page 100 - Los siete sabios de Grecia, en sus siete veneradas sentencias
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j6       Las mte SaMos
                    dad del Sol resplandecer,
                                                y la del
                    Principe beneficiar, asi el Sol,
                                                   y el
                    Principe  , si faltasen al constitutivo
                    de sus empleos, dexaran ocioso
                                                      el
                    fin  á que se destinaron
                                            , y  el uno
                    dexara de ser Sol,
                                        y el otro Prin-
                    cipe. Débese observar mucho
                                                  , que
                    el fin sea correspondiente á la obra,
                    y  la obra  al  fin, pues sino, será
                    ^^?\ y       vicioso; como le suce-
                    dió á Alexandro
                                     , que dedicó  a su
                    cavallo una Ciudad, llamándola Bu-
                    cephalos de su nombre, erigiéndole
                    un Real Sepulcro, con su estatua,
                    y  epitafio. Verdaderamente erró el
                    fin  , y la obra ; porque aunque  la
                    disculpó con la persuasión de que  '
                    creía  , qué el alma del Rey su Padre
                    se había pasado á aquel cavallo , fue
                    necia ignorancia; porque su Maes-
                    tro le había ya negado la transmi-
                    gración pytagorica; y no solamen-
                    te con este hecho se acreditó de ig-
                    norante,  sino de ingrato; porque
                                                  no
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