Page 84 - Los siete sabios de Grecia, en sus siete veneradas sentencias

6o Los siete Sabios
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bras el justo enojo de vencedor a^^r^
viado; pero supo Pompeyo refre-
narse de tal suerte, que poniendo J
su enemigo la Corona en la cabeza,
y echándole los brazos al cuello , le
restituyó enteramente el Reyno. O
digna acción del mas generoso He
roe, y digna de eternizarse en los
inmortales Anales del tiempo!
Sócrates, siempre que se senti.^
movido de tan dominante contrario
como el de la ira, conmovía
inte^
riormente el animo á una blandura
risueña, contra el que le ocasiona-
ba aquel destemple, violentado con
el freno de la razón tan poderoso
contrario.
Asi lo hizo Diogencs en una oca
sion , que burlándole , y escarne-
ciondole, se mantuvo tan sereno,
que pareciendole a un amigo suyo^
que no lo habia reparado , le dixo'
Mira, que estos hacen burla de tí;
cómo lo consientes? A que respo