Page 28 - Mahabharata
P. 28

8                                                                              Mahabharata



                                                        Capítulo V
                                           EL RESUMEN DE UGRASRAVAS

               S   AUTI continuó:                       17

                       — Para componer su Upanishad , Vyasa se basó en los siguientes hechos, ocurri-
               dos durante su vida:


                     »Después de someter a muchos países mediante su sabiduría y su poder, Pandu,
                     con su familia, se fue a vivir con los munis 18  de cierto bosque donde se dedicó a la
                     caza. Allí se ganó una gran maldición que le condenaba a morir si hacía el amor con
                     cualquiera de sus dos esposas. Éstas, para que se cumpliera lo que estaba escrito
                     respecto a su descendencia, admitieron como sustitutos de los abrazos conyugales
                     a los dioses Dharma, Vayu, Sakra, y a los divinos gemelos Aswins. Y así, Pandu
                     tuvo cinco hijos que crecieron bajo el cuidado de sus dos madres y en la compañía
                     de los ascetas. Tras la muerte de Pandu, sus hijos, vestidos como estudiantes con
                     los hábitos de Brahmacharis, fueron conducidos por los munis ante la presencia de
                     Dhritarashtra y de los hijos de éste. “Estos nuestros alumnos”, dijeron los munis,
                     “son como vuestros hijos, vuestros hermanos, y vuestros amigos; son Pandavas”.
                     Diciendo esto, los munis desaparecieron.

                     »Cuando los Kurus vieron a aquellos muchachos presentados como los hijos de
                     Pandu, los ciudadanos más distinguidos gritaron de alegría. Algunos, sin embargo,
                     dijeron que no eran los hijos de Pandu; otros dijeron que lo eran; mientras que unos
                     pocos preguntaban cómo podrían ser sus hijos siendo así que había muerto hacía
                     tanto tiempo. Aún así, por todas partes había voces que gritaban, “¡En cualquier
                     caso son bienvenidos!. ¡Gracias a la Providencia podemos ver a la familia de Pandu!.
                     ¡Proclamemos su bienvenida!”. A medida que cesaban esas aclamaciones, las ala-
                     banzas de los espíritus invisibles, causando el resonar de los cielos, eran tremendas.
                     había lluvias de fragantes flores, y sonido de conchas y tambores. Tales fueron las
                     maravillas que ocurrieron a la llegada de los jóvenes príncipes.
                     »Habiendo estudiado los Vedas en su totalidad, así como muchos otros shastras, los
                     Pandavas residieron allí, respetados por todos y sin miedo a nadie.

                     »La gente alababa la pureza de Yudhishthira, la constancia de Bhima, el coraje de
                     Arjuna, la humildad y disciplina de los gemelos, Nakula y Sahadeva, y la obediencia
                     de Kunti hacia sus mayores; y todos apreciaban sus virtudes heroicas.
                 17
                   Upanishad: Enseñanza. Literalmente, “sentado cerca y más bajo”, en referencia a la posición de los
               discípulos alrededor del maestro cuando éste imparte su enseñanza (upa-, cerca + ni-, bajo + sad-, sentado).
               Sin embargo no cualquier enseñanza es considerada un upanishad en la tradición hindú, sólo aquellas de
               carácter místico o esotérico que enseñan la naturaleza de Brahma.
                 18 Muni: Sabio asceta.
   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33