Page 252 - Egipto Tomo 1
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EL CAIRO 239
La verdad es que murió en Siria. En cuanto al ídolo llamado «Ojo del Sol» debió ser
probablemente una estatua egipcia que durante largos años permaneció en las vastas salas
del santuario de Heliópolis.
El célebre templo del Sol. es el único que ha sido exactamente descrito por un griego,
el geógrafo Strabon, y por lo mismo hay más motivos para lamentarse de que se cumpliera
en todas sus partes el vaticinio del profeta Jeremías: «Romperá las estatuas del templo
»del sol en tierra de Egipto, y abrasará con el fuego las casas de los ídolos egipcios.»
En el breve período de diez minutos hemos llegado al sitio en que existen las informes y
escasas ruinas de ese templo famoso, deteniéndonos ante el soberbio obelisco que allí
SICOMORO DE MATARIJE
subsiste, que es el más antiguo de los monumentos de esta especie, y el único que
habiéndose erigido antes de la invasión de los Hyksos, continua señalando al cielo con
su agudo remate. Consignemos ahora que los obeliscos eran monumentos dedicados al
Sol como divinidad: por consiguiente no debe causar sorpresa el saber que la ciudad
de Heliópolis se hallaba erizada de obeliscos hasta tal punto, que el viajero Abd-el—
Latif. refiriéndose únicamente á los que existian en su tiempo, dice que eran innumera-
bles. La mayor parte de los que los Césares trasladaron á Roma, Constantinopla y
Alejandría, y entre ellos, la célebre aguja de Cleopatra, habíanse levantado ante las
el mismo que al presente atrae
puertas del Sol, nunca aislados, sino formando parejas: y
nuestras miradas, tuvo su hermano que fué derribado el año 1160 de nuestra era, y no el