Page 354 - Egipto Tomo 1
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272 EL CATEO
ciendo formas fantásticas, es verdaderamente notable, no obstante los considerables destrozos
que ha experimentado. En el santuario se levanta una columna bizantina á cada lado del
nicho de las oraciones. El mimbar es de nogal y marfil de exquisita labor; pero es mucho
más moderno, puesto que su ejecución es de la época de los mamelucos bahiritas, en la
cual se llevó á cabo una restauración en la mezquita. En el centro del patio se eleva una
cúpula que al principio estuvo destinada á cobijar el cuerpo de Ibn-Tulun, v que hov
cubre la piscina de las abluciones.
A los lados Norte, Sud y Oeste se levantan recios muros que impiden que lleguen hasta
el interior los rumores de la calle. Mucho ha sufrido el edificio en el transcurso de los
tiempos, y al presente es difícil formarse una idea de la profunda impresión que debia
producir en el ánimo del espectador poco tiempo después de concluido. De los cuatro
alminares que flanqueaban el patio, los tres se derrumbaron hace ya mucho tiempo: los arcos
se han cegado y hase convertido en habitaciones el espacio comprendido entre las columnas,
teniendo en tales casucas establecida su morada cairotas inválidos para el trabajo y mendigos
importunos, que acosan sin cesar al viajero. Las salas hipóstilas que rodeaban el patio
se han sustituido por feos paredones con puertas y ventanas
cuadrangulares, y sólo recuerdan el primitivo esplendor de
tan admirable monumento el friso y su mutilada crestería,
las hornacinas y las rosas existentes entre los arcos tapia-
dos, y los lados del livan que se han respetado y quedan
abiertos. Junto al muro exterior occidental elévase un
CAPITELES DE LAS COLUMNAS DE LA alminar que puede considerarse ejemplar único en su
MEZQUITA DE IBN-TULUN
género. La torre propiamente dicha descansa sobre una
maciza base cuadrada y forma tres cuerpos superpuestos, que disminuyen de inferior á
superior, siendo el primero circular y los dos siguientes poligonales. La cupulilla que les
sirve de remate ha perdido la punta con que terminaba; pero sabemos que no era una
simple media luna, sino un receptáculo en forma de navecilla, en la cual se colocaba alimento
para los gavilanes que anidaban en la mezquita.
Lo que más llama la atención en este peregrino alminar es la escalera exterior por
medio de la cual el muezin se dirige de una á otra abertura; mas en el dia se halla en tal
estado, que no es posible servirse de ella para llegar á la parte más elevada, desde la cual
podía disfrutarse la vista de uno de los más magníficos panoramas del Cairo. Se cuenta
que durante una sesión del consejo, ensimismóse Ahmed—ibn—Tulun , que distraído \
que
maquinalmente entreteníase arrollando en derredor de su dedo una cinta de papel, y
como al volver en sí se encontrara con la mirada de sus consejeros, les dijo para disculparle
que se debia su preocupación al intento de construir el alminar de su mezquita según el
modelo del papel arrollado. Su construcción exigió dos años; pero parecieron tan inmensas a
los cairotas las sumas en ella invertidas, que ibn-Tulun, para acallar sus murmuraciones,
juzgó que era lo mejor que podía hacer, asegurarles que el descubrimiento de un tesoro