Page 416 - Egipto Tomo 1
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332 EL CATEO
Amante de los pasatiempos caballerescos, no obstante su pequeña estatura y de cojear un
tanto, sentía extraordinaria afición por las cacerías y especialmente por la caza de aves,
siempre muy productiva en un país como aquel, tan abundante en pájaros de toda especie,
que acaso por este motivo constituyó siempre una de las diversiones predilectas de la nobleza
Á ORILLAS DEL VIEJO CANAL DEL CAIRO
árabe. Tratándose de halcones de pura raza debidamente amaestrados, no regateaba jamás,
y los jefes de sus caballerizas y de sus halcones gozaban gran influencia en el mero hecho
de serlo. Por lo demás era un buen administrador, y áun podríamos decir que fomentaba la
agricultura; pues además de tomar con empeño abrir nuevos canales de riego, ocupábase
casi con pasión en el mejoramiento de los carneros y de las ocas.