Page 418 - Egipto Tomo 1
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334                     EL CATEO
                gracion religiosa. No de otra suerte había procedido Xasir al aprovecharse de su abbásida
                para sus particulares fines, llegando al extremo de conducirle á los campos de batalla. Los
                emires adjudicaron el sultanato, unos en pos de otros, á diferentes nietos de Ivalaun; pero
                entre esos príncipes de un dia ni uno siquiera, incluso el mismo Shaban, hijo de En-Xasir,
                que nos ha dejado excelentes modelos de caligrafía y de ornamentación árabe, pudo conseguir
                el sostenerse en el poder. En seis años el trono cambió seis veces de dueño, hasta que uno
                de los hijos de Xasir, conocido bajo el nombre de sultán Hasan, llegó á ocuparlo á la edad de
                once años, y obligado al cabo de cuatro á devolver, á pesar de sus lágrimas y resistencia, á



























                                        CAZA DE LA GARZA REAL
                los tornadizos nobles la autoridad que  le hablan prestado, logró al cabo de breve tiempo
                                                                 árabes á los
                verse restablecido en sus derechos. Entonces prefirió los empleados egipcios y
                jefes mamelucos y semejante parcialidad le atrajo la antipatía de los emires: veinticinco anos
                contaba cuando por huir las asechanzas de su enemigo, el bravo y hábil intendente de palacio,
                Yelboga,  intentó  la  fuga; mas hecho  prisionero,  encerrósele en su casa donde murió
                asesinado.  Catorce años separan su advenimiento y su muerte:  tan  corto  intervalo fue
                señalado por una calamidad espantosa que cayó sobre el Cairo , y por la terminación de una
                obra admirable , que aún hoy pasa por  el más importante ornamento de la ciudad de los
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