Page 421 - Egipto Tomo 1
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EL CAIRO 337
peces muertos á consecuencia de la misma: hasta los dátiles pendientes de las palmeras se
llenaban de asquerosos gusanos. En dos meses se enterraron en el Cairo y en Fostat
900,000 cadáveres; fué tal la mortandad, que según se dice, hubo no una, sino muchas
propiedades que en tan breve espacio cambiaron de dueño por via de herencia siete y
ocho veces.
Cuando se lee la descripción que hace Makrizi de tan espantosa epidemia, recuérdase
involuntariamente la horrible peste que sufrió el pueblo faraónico antes de que salieran de
Egipto los hijos de Israel. El mismo ángel exterminado:’ que tocó con su espada á los
primogénitos de las familias, voló de una á otra casa por las dos orillas del Niló: de aquí que
creamos que es este el lugar más oportuno para poner de manifiesto á nuestros lectores el
FRISO DE LA MEZQUITA DEL SULTAN HASAN
inspirado cuadro de Alma-Tadema, que representa á una madre egipcia y á su hijo
moribundo, durante la última de esas calamidades.
Difícilmente puede comprenderse, pues, que pasados esos dias de espanto, durante los
cuales abandonóse completamente el cultivo de los campos, las casas quedaron sin sirvientes,
sin aguadores la ciudad, sin que encontraran quienes confeccionaran trajes ó construyeran
muebles los que los habían menester, y completamente despreciada la pública riqueza y
la particular, el sultán Hasan tuviera medios y energía suficiente para llevar á cabo la
construcción de un templo que con razón se considera como el esfuerzo más poderoso y
acabado de la arquitectura árabe. Es excusado consignar que para ello debió hacer frente á
no pocos obstáculos, cosa que fácilmente se comprende si se fija la atención en que la obra
exigió tres años, v en que se gastaban nada ménos que veinte mil dracmas de plata cada dia;
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