Page 93 - Krshna Figura Histórica, Creación Mitológica o la Combinación de Ambas
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                  empujó, junto con el sacerdote Dhaumya, a su carro
                  y huyó. Al regresar de la caza, un vecino les informó
                  a los hermanos Pāndavas que Draupadī había sido
                  secuestrada.  Inmediatamente,  corrieron  tras  el
                  carruaje de Jayadratha y lo alcanzaron. Este último
                  fue   derrotado,   luego   azotado,   afeitado   y
                  amenazado  de  ejecución,  pero  al  final  los  cinco
                  hermanos decidieron perdonarle la vida y luego fue
                  hecho prisionero.
                         La  versión  jainista  del  secuestro  de
                  Draupadī (también llamado Krshnā), aparece, entre
                  otros textos, en Trisastishalākāpurushacharitra (los
                  Hechos de las 63 Personas Distinguidas), Libro VIII,
                  Capítulo 10, parte 01, un texto de la secta jainista
                  Shwetāmbara, escrito por Hemachandra (siglo XII
                  e.c.).  El  libro  VIII  de  este  texto  se  conoce  como
                  Neminātha Charitra (los Actos de Neminātha) o el
                  Harivamsha Jainista. A diferencia de la versión del
                  Mahābhārata,  en  la  versión  jainista,  el  episodio
                  tiene  lugar  en  los  mundos  celestiales  de  la
                  cosmología  jainista.  El  rey  lujurioso  es  ahora
                  Padmanātha,     el   soberano     del   continente
                  Dhātakikhandadwīpa, que lleva a cabo el secuestro
                  de Draupadī, no por la fuerza, tras el fracaso de la
                  seducción, sino con la ayuda de un dios de la región
                  de  Pātāla  mientras  Draupadī  dormía.  Luego  la
                  llevan  al  continente  de  Dhātakikhandadwīpa.
                  Asegurado  de  que  nadie  del  continente  de
                  Jambūdwīpa (el continente de los hombres) podría
                  llegar  a  Dhātakikhandadwīpa,  ya  que tendría  que
                  cruzar  el  violento  e  intransitable  Lavanasamudra
                  (Mar  de  Sal),  el  rey  Padmanātha  se  tranquilizó.
                  Según Jerome H. Bauer, el relato de Draupadī se
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