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Roche Crespo - 13
El contacto entre la vía y el neumático produce todas las fuerzas capaces de generar
un cambio de estabilidad cuando el vehículo se encuentra en marcha. Las fuerzas más
significativas son las que se presentan en el momento del frenado, gracias a los
sistemas de seguridad de frenado y estabilidad, se aprovecha de la mejor manera la
fricción o adherencia entre las superficies de contacto; esto es importante sobre todo
cuando se conduce en condiciones adversas como superficies mojadas o sucias; es
decir, que los sistemas impedirán que el neumático reaccione inestablemente, ya sea
durante el frenado o la aceleración. También existen fuerzas laterales, que al actuar
sobre el vehículo pueden producir una deformación oblicua del neumático, esto
significa que provoca desviaciones o resbalamientos, estos a su vez pueden variar la
trayectoria o la dirección de frenado.
1.5.2 Dinámica longitudinal del vehículo
Al moverse un vehículo existen fuerzas que actúan tanto en el neumático, como en la
calzada pero con sentido contrario; es así que cuando no existe un equilibrio entre las
fuerzas presentes y sus reacciones respectivas, el automotor se vuelve inestable. Con
su desplazamiento surgen ciertas resistencias que se oponen al movimiento; las
resistencias longitudinalmente involucradas son:
- Resistencia del aire (F L), que dependerá de la densidad del mismo, de la
forma en la que está construido el vehículo y su velocidad de circulación.
- Resistencia de rodadura (F RO), se produce por la deformación del
neumático, depende obviamente del estado de los mismos, de su presión
de inflado, de la velocidad de circulación y la calidad del pavimento.
- Resistencia de ascensión (F St), obedece al ángulo de inclinación de la vía,
sea ascendente o descendente.