Page 89 - Popol Vuh
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El Popol Vuh 89
95 La promesa de darles carne como alimento, hecha más adelante, indica que se trata realmente de flechas animadas, y
no de arqueros.
96 Chequen-Zanic, gruesas hormigas noctívagas, cortadoras de tallos, llamadas Zampopos por los indígenas.
97 El actual Parpuak, un pájaro nocturno.
98 Ligera diferencia de nombre [Frío en lugar de Calofrío], con la lista de las Mansiones de prueba dada precedentemente.
99 Este Murciélago de la Muerte es un enviado de los dioses luminosos; ha advertido a los engendrados. La muerte de
éstos no es sino aparente; es necesaria para que revivan plenamente fuera del mundo de los muertos; es una trampa
para Xibalbá.
100 En el carapacho de la tortuga.
101 El Opossum: el Alba. Más exactamente parece que, abriendo sus piernas, el Abuelo deja pasar el día naciente, el alba;
su cuerpo mismo ataja el paso a la luz mientras que él no “abra”.
102 Todo Xibalbá puede comprobar, pues, que la decapitación y la muerte de Maestro Mago no eran sino apariencia. Debe
ciertamente faltar un episodio, pues, aun siendo ilógicos en el fondo [para nosotros], los mitos, los cuentos, deben
parecer siempre “razonables” a sus auditores.
103 “Resucitadlo”. [N. de los T.]
104 Hasta el último momento los animales ayudan a los Magos. Esto confirma la impresión que se, desprende de este
largo relato. Es la historia de la lucha [contada también por otros pueblos] de los dioses celestes, luminosos, contra los
dioses subterráneos, tenebrosos, todos universales, no nacionales, por la conquista de la tierra. Tienen como auxiliares
a los habitantes de la tierra. En el Libro del Consejo estos últimos son los animales porque todavía no hay humanidad,
al menos en el sentido en que, como tantos otros pueblos, los maya-quichés definen a los hombres: sólo ellos y sus
antepasados.
105 La traducción de este discurso es difícil, a causa del equívoco intencional pobre la palabra Quiq que significa “sangre,
raza, posteridad, etc. “, y también “pelota del juego de pelota”, juego que, además, simboliza a veces las luchas, las
victorias y las derrotas de la vida terrestre, celeste, astronómica, subterrestre. Añádase a esto, que el sentido “savia de
árbol, savia del drago, etc. “, que hace alusión a la madre de los dioses victoriosos, acrece las dificultades.
106 Oficios de vasallos, y por tanto de pueblos que ya no tenían derechos de guerra, de dominio, y debían proporcionar
tributos en especie. Oficios de mujeres.
107 La “lengua hendida” de los indígenas del Canadá.
108 “Se quiso hacer su rostro”. La momia egipcia llevaba una máscara-retrato. Los mayas-quichés reconstituían sobre el
cráneo, moldeándolo, el rostro del difunto.
109 El nombre es el individuo, lo mismo entre los dioses [nuniva noniva] que entre los hombres y los animales. Así, pues,
conocer el nombre exacto de alguno es conocerlo espiritual y materialmente, y por tanto poder reconstituir su nariz, sus
ojos, su boca, etc.
110 El hombre no es ya una obra de arte, modelada, esculpida; su alimento hará su carne; ¿cuál alimento?:
indudablemente, el maíz.
111 Visible para el espíritu.
112 Nueve, número sagrado, más especialmente de las cosas nocturnas, ocultas, misteriosas.
113 Fue disminuida considerablemente su visión física y psíquica.
114 Son numerosos los de todas las tribus reunidas, pero solamente cuatro los de los quichés. [N. da los T.]
115 “Dominadores Abundantes [?]”. La mayoría de estos nombres de pueblos, de lugares, a menudo muy antiguos y
desfigurados, pertenecientes a veces a otras lenguas, no pueden ser traducidos con seguridad.
116 “Los de los Pumas o de las Máscaras”.
117 O bien Tan “Unidos”. Quizás de origen huasteca.
118 Esto está muy claro: múltiples lenguajes, en tanto que el hombre no tiene más que dos orejas para oírlos.
119 Para este “Muy Sabio” [¿Sol?] que no aparece más que aquí, véase el Pequeño Vocabulario de Nombres Sagrados.
120 Iqo Gih: “Luna-Sol”, conviene bien a la “estrella” de la tarde y de la mañana, a Venus.
121 Aquí, “madera, piedra”, significa “estatuas de los dioses, ídolos”.
122 Yaqui: “extranjero”. Todos los pueblos han despreciado a sus vecinos, los han llamado “animales, farfulladores, etc.”
Por tanto, pueden aceptarse para Yaquí los sentidos “levantados, en pie, despiertos” [para huir o espiar] o, todavía
mejor, el de “Langostas, Saltamontes”. A menudo ese nombre designa particularmente a la gente de México.
123 Especie de esportilla, o más bien, de cajita, de arca portátil, de la cual se sirven hoy los indios, manteniéndola con una
correa frontal, para transportar sobre la espalda las cosas sagradas.
124 “¿No hemos tenido el mismo origen que vosotros?” [N. de los T.]
125 De ayunar ritualmente.
126 “Conservado todavía”. [N. de los T.]
127 Hacer prisioneros a los dioses del enemigo y hacerles sacrificios, es quitarle su protección al enemigo. Así procedieron
México, Roma y otras ciudades conquistadoras.
128 A la derecha del camino que va de Santa Cruz del Quiché a San Andrés Zakabaha.
129 Nombre dado a las casas construidas sobre pirámides truncadas.
130 Al Norte de Rabinal.
131 En la llanura, a dos leguas de Santa Cruz.
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