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El Popol Vuh 88
anillos de piedra son raros y modernos; de su falta se ha deducido equivocadamente la de los recintos destinados al
juego.
59 Como el Guacamayo.
60 Sin hacerse daño, sin pincharse, sin enrojecer, “sin ser vencidos”; por esto es preciso preferir, para Zimah, la traducción
“árboles espinosos” a la de “calabaceras”; hay aquí una suerte de juego de palabras; esos ríos son en realidad trampas,
pruebas, que, como va a decirse, los Maestros Magos logran pasar “sin ser vencidos”.
61 La Sangre es la Raza. Beber la sangre de este río sería beber las razas muertas.
62 Xibalbá está bajo tierra, en el nadir; pero el camino por el cual entran el sol, la luna, los osiris divinos y humanos, está al
oeste. Es, pues, un camino negro, color conveniente. El Libro de Chilam Balam de Chumayel atribuye el negro al oeste.
Los diversos nombres [Hozan, Bacab, Pauah-Tun, Xib-Chac, u-Ua-yeyab] de los Bacab-Tlaloc del oeste tenían el
epíteto de Ek “negro”. En la Misa milpera [misa pagana con adiciones cristianas] que celebran los actuales mayas, el
Pauah-tun “piedra, alzada, menhir” del oeste, identificado con Santiago, es llamado “el Negro”. El camino de salida, que
parte también de la misma encrucijada, debe naturalmente dirigirse hacia el este y ser amarillo.
63 Otro pasaje dice: negro, blanco, rojo, verde. Esta variación del verde al amarillo [Cfr. los Códices] parece indicar que el
autor tenía a la vista, por lo menos, un antiguo manuscrito pintado.
64 El banco de los grandes jefes.
65 Astilla de pino resinoso [“ocote” en México] que sirve de antorcha.
66 Tabaco, cigarro.
67 Cercenados.
68 Aquí la Palabra es casi el Logos.
69 Avisos, instrucciones y consejos [N. de los T.]
70 Interrógala; “sondéala”, diríamos nosotros.
71 “Posesor, propietario del hijo” por “Padre”, revela una concepción social quiché.
72 Zaki Tok: “Blanco Pedernal”, el cuchillo de los sacrificios de Xibalbá, que en los Códices orna a menudo al dios-
esqueleto de la Muerte.
73 Los Búhos se vuelven, pues, en nombre de los dioses celestes, los castigadores de la impudicia.
74 En el doble sentido de “noticia dada” y de “consejo”. [N. de los T.]
75 El texto quiché llama aquí “madre” a la abuela. El texto francés corrige: [grand] mere”. [N. de los T.]
76 Podría pensarse que hay aquí un femenino sobreentendido y un singular colectivo, y podría leerse “Guardianas del
Alimento”, considerando esto como un epíteto de las tres diosas designadas en seguida. Ese título de Guardián no
puede asombrarnos. En efecto, Román y Zamora [Repúblicas de Indias, 1, 19] habla de un Chahal Ha [se ha impreso
Huc]. “Guardián de la Mansión”, dios de las casas; cuando se hacía una nueva construcción se le consagraba ésta, y
sobre su altar se sacrificaban animales cuya sangre se ponía en las paredes. ¿No daría esa aplicación de sangre en las
paredes la sencillísima explicación de las manos rojas [dibujo completo] muy a menudo encontradas y a propósito de
las cuales tanto se ha discutido? Dichas manos serían quizás la marca de la dedicación del edificio al Guardián; el Kab-
Ul de Lizana, sería la Mano Operatoria del arquitecto. No creo que esto se haya dicho antes.
77 Can-te: Amarilla Madera [Chorophora tinctorialis].
78 Coa, coya, en México [de coatí, cohuatl], así llamado a causa de la forma de serpiente, de cayado, de su mango: jan en
Cuba.
79 “¿Qué pensáis de esto?”
80 “Darse”, por “entregarse, someterse”.
81 “En mi vientre”: en mí.
82 Pek: cacao de calidad inferior; las cargas de estos granos constituían a menudo una especie de moneda de trueque.
83 Cutumic, el Chilmolli de los mexicanos.
84 “Morimos de sed”.
85 En presencia de los magos superiores [y contra sus actos] los otros pierden total o parcialmente su sabiduría.
86 El xocoyolli de los nahuas, el xarimbacuas de los tarascos: Oxalis [angustifolia y otras]. Según Brasseur, los indígenas lo
emplean contra la catarata.
87 Procedimiento que se encuentra también en los cuentos de todos los países: los “testigos”: puñal o sable cuya hoja se
empañará, espejo que no reflejará, flor que se marchitará, etc., si el héroe muere o si es metamorfoseado.
88 Se dieron a conocer, sin advertirlo. [N. de los T.]
89 Parte delantera de la rodilla; rodilla.
90 Chohim-abah: Piedra quemante, especie de horno semisubterráneo.
91 El mundo tenebroso de los muertos no puede tener sino una luz negra, un fuego muerto; cuando más, una luz-ilusión,
un fuego-ilusión. Si el pino y el tabaco se consumieran, murieran, deberían pasar sobre la tierra. Estamos, pues, muy
lejos del infierno cristiano.
92 La página 80, sin texto, del Códice Magliabecchiano XIII-3 comprendida entre dos páginas consagradas al dios de la
Muerte, representa un juego de pelota con dos jugadores vivos y siete cráneos; bien pudiera ser éste el juego de pelota
de Mictlan, el Xibalbá mexicano. [Es de notarse que Mictlan significa literalmente “lugar de los matados”, pues para los
mexicanos no existía la muerte natural.]
93 Muchih, flores del género Chipilli de los nahuas [Grotularia Guatemalensis].
94 El juego de los colores parece indicar que esos Carinimuk “Grandes Peces” son flores negras.
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