Page 260 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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padre, Apolo, al centauro Quirón con el fin de que éste le enseñara la
ars medica. A vista de los resultados, el joven no sólo aprendió el co
rrecto y efectivo uso de los venenos (pharmakoi) sino que se convirtió
en un verdadero mago capaz de resucitar a los muertos. Esta habilidad,
bien contrastada en Asclepio, fue utilizada en época Imperial romana
por algunos filósofos cristianos, como Justino (Apol. LIV, 10; XXI, 1-
2), Lactancio (Div.Inst. IV, 27.12) o Clemente de Alejandría (Strom. V,
1.13), para establecer un paralelo entre Asclepio y Cristo. Otro docu
mento, las Actas de Pilotos (1,1 ), presenta a Cristo, igual que a Asclepio,
como un mago (goes). Según este documento, Cristo era capaz de ex
pulsar demonios «por virtud del dios Esculapio».
El poder extraordinario que poseía Asclepio para curar tenía, en
efecto, un origen divino. Había recibido de su madre Atenea la sangre
vertida de las venas de la Gorgona, monstruo al que el héroe Perseo
había cortado la cabeza. De las venas «izquierdas» de la Gorgona brota
ba, convulsiva, sangre venenosa; del lado derecho brotaba sangre cura
tiva. El poder de Asclepio consistía en la sabia combinación de una y
otra, y así lograba resucitar a los muertos. Entre los benefactores de tal
cualidad extraordinaria de Asclepio hay una serie de personajes legen
darios como Licurgo, Glauco (hijo de Minos), e Hipólito (hijo de Teseo).
Dos hijos de Asclepio, Polidario y Macaón, son también médicos, cita
dos por la Πíada. Según la tradición, el mismo Hipócrates desciende
del dios. En Epidauro y en Pérgamo se sitúan los santuarios-hospitales
donde se rinde culto a Asclepio. En estos lugares se desarrollaron au
ténticas escuelas de medicina, y, aunque gran parte de las prácticas y
rituales allí practicados tenían un componente mágico esencial, con el
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