Page 263 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     carrera imparable, se desvían, se alargan desmesuradamente hasta que­
     rer contactar con las del enfermo, pura imagen de la debilidad humana;
     escena que me recuerda, in media ars, aquella imagen del Creador ex­
     tendiendo su mano a Adán, en la Sixtina, en un común gesto de contac­
     to imposible entre el hombre y la divinidad.



     Qitirón
        Es el más sabio de los Centauros, hijo de Cronos (el Tiempo) y de
     Fílira, hija del Océano. Esta Fílira tomó forma de yegua para yacer con
     Cronos, de ahí la forma de Centauro de sus descendientes. Este perso­
     naje, que Nikola Dimitrov, bien documentado, llama «el profesor», fue,
     en efecto, por sus muchos conocimientos en todas las artes (guerra,
     caza, música, filosofía, medicina, etc.), educador y preceptor de mu­
     chos héroes y semidioses (al fin, también dioses) como Aquiles, Jasón,
     Hércules o el mismo Asclepio. Quirón fue médico célebre, y sus artes
     quirúrgicas las puso en práctica con Aquiles. Este, siendo todavía niño,
     quedó herido en un tobillo por una practica mágica mal realizada por
     su madre. Quirón le extrajo el hueso dañado y en su lugar «puso otro
     extraído del esqueleto de un gigante» (quizá un hueso fósil). En la ico­
     nografía tardía de Quirón éste es identificado con la Constelación de
     Centauro.
        En la imagen Quirón desempeña, en mi opinión, un triple rol: el de
     maestro-médico, el de maestro-músico y el de mago, pues la música
     que surge de una flauta invisible sólo puede ser la música mágica, ri­
     tual, funeraria, que precede la procesión,  la cabalgata al mundo del
     Hades. Quirón tañe impasible, como un espectador de los siglos, mien­
     tras ve cómo hombre y dios, navegando un cielo mágico, van, separa­
     dos por el destino, paradójicamente, a un destino común al otro lado de
     la vida.


     Apoteosis y  epifanía divina de Asclepio: Ofiuco, la Serpiente celeste

        Zeus, celoso del poder de Asclepio capaz de resucitar a los muertos,
     le envió un rayo y lo mató. El dios supremo había argumentado que las
     prácticas médico-mágicas de Asclepio «subvertían el orden del mundo».
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