Page 275 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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el tránsito del alma al Más Allá. J.M. Blázquez ha estudiado detenida
mente en su libro Imagen y mito (1977,114 ss.) el papel de los caballos
«en el infierno etrusco», analizando con pormenores las tumbas y relie
ves de Felsina, e indicando que este animal estaba íntimamente relacio
nado con la ultratumba, «que era un animal al servicio de las divinidades
infernales». Demonios alados, y aurigas que transportan a los difuntos
al Hades, se repiten una y otra vez en las estelas: al menos en 42 casos
los difuntos van al más allá en carros, y de éstos, 26 son bigas.
Lo extraordinario de las representaciones de Eros auriga es que, to
mando como punto de partida el mundo funerario etrusco, transforman
lo funerario ctónico en un viaje celeste, al modo griego platónico-
pitagórico. Estos caballos no viajan al Hades, sino a las estrellas, entre
cuyos fulgores el alma toma asiento o se diluye. El caballo, animal
funerario, deviene símbolo solar, como asegura G. Dossin en un estu
dio puntual (NClio, 11-12,1958,276-277).
Finalmente, en el mismo sentido, traigo un texto de Filóstrato, quien
en su Vida de Apolonio de Tiana (VIII, 31) compara la muerte con un
caballo veloz que lleva el alma a los ámbitos del éter:
Inmortal es el alma, y no te pertenece, sino que su dueña es la Providencia,
y cuando el cuerpo se desintegra, como corcel veloz libre de ataduras, salta
ligera y se mezcla con el aire fluido...
Llegados a este punto, invito de nuevo a mirar detenidamente la
figura de la pátera de París que he descrito al principio. Ojalá que estas
ideas esbozadas aquí nos ayuden a comprender un poco su compleji
dad a la luz de los siempre titubeantes discursos del alma