Page 8 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
P. 8
12 S. P erea Y ébenes
detalle la versiónque hace del mito de Perseo, todavía en el mundo antiguo, un
autor poco conocido, Paléfato, un escritor iconoclasta que no sólo pinta al
héroe desprovisto de atributos divinos sino que nos lo muestra como un ban
dido salteador de los poblados cercanos a las costas donde llegaba con su nave
pirata.
El análisis del valor de las fuentes está siempre presente, ya desde el pri
mer capítulo, donde se hace una crítica metodológica, no sin cierto desparpa
jo, a uno de los micenólogos más importantes, a propósito de las extrapolaciones
entre los poemas de Homero y el contenido de las tablillas de escritura lineal
B. El análisis del tiempo, o mejor, de la temporalidad histórica, es uno de los
ejes de este libro, pues recorre varios capítulos donde el mito deja paso a la
historiografía antigua, mostrándonos paso a paso la evolución del concepto
temporal entre los griegos y romanos, de Heródoto a San Agustín, con un
excelente manejo de las fuentes, y un abundante aparato crítico que imprime
seriedad metodológica. En España escasean los trabajos sobre historiografía
antigua y moderna, de modo que este libro constituye un paso más, un merito
rio avance en nuestro conocimiento del pensamiento antiguo sobre su propia
historia, y el “pensamiento sobre el pensamiento antiguo” en autores moder
nos, como los dos que ha estudiado el autor de este libro, Eduard Meyer y
Amaldo Momigliano, ejemplos de pensamiento historiográfico sobre el mun
do antiguo a comienzos y a final del siglo XX, respectivamente.
A través de dos escritores antiguos, uno de los cuales escribe en latín y el otro
en griego, Fedro y Luciano de Samosata, se reflexiona aquí acerca del modo en
el que Fedro y Luciano se retratan a sí mismos en sus obras. El humor es un
común denominador de ambos, un humor que, como se desprende de estos
estudios, no era únicamente un recurso literario, sino una forma de crítica y
de autocrítica, de simulación del verdadero pensamiento y personalidad del
escritor.
Finalmente, retomando el pulso mítico de los primeros capítulos, el autor
nos da dos cortos pero jugosos capítulos donde los mitos se expresan median
te el vehículo artístico. El arte más reciente lo representa un grabado del artista
búlgaro-hispano N. Dimitrov, que ha interpretado el mito de Asclepio y Quirón;
y el arte antiguo lo representa una pieza rigurosamente inédita: un bronce
romano de Eros auriga, de una colección privada parisina.
Son, pues, muchos los motivos que hacen atractiva y recomendable la
lectura de este nuevo libro del Dr. Sabino Perea, cuya obra crece con el pulso
firme de los buenos historiadores.
José M aría B lázquez .
De la Real Academia de la Historia.
Catedrático Emérito de Historia Antigua.