Page 104 - Abrázame Fuerte
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Capítulo 16
                                  Después que te conocí,
                                todas las cosas me sobran:
                                   el sol para tener día,
                                  abril para tener rosas.
                                Por mi bien pueden tomar
                                  otro oficio las auroras,
                                  que yo conozco una luz
                               que sabe amanecer sombras.
                              FRANCISCO DE QUEVEDO


      Lunes
      Como siempre, Silvia es la primera en levantarse. Aunque parezca algo raro, le
      gusta madrugar y prepararse con calma para ir al instituto. Una vez en el baño,
      se asea y maquilla sutilmente. No es esa clase de chica que va pintada como un
      cuadro de Picasso, pero algo de colorete y una pequeña raya en los ojos realza
      su belleza.
        Al salir del baño, no se puede creer lo que ven sus ojos: ¡Nerea está saliendo
      del cuarto de su hermano! Tiene el pelo despeinado, lleva los zapatos en la mano
      y, de puntillas, se dirige a la puerta principal. « No puede ser…» . Silvia niega con
      la cabeza. ¿Y su madre no se ha enterado? Hay una regla muy clara en la casa
      de la familia Ribero, y es tan sencilla como que está absolutamente prohibido que
      las parejas, y mucho menos los rollos, se queden a dormir en casa.
        Silvia no da crédito a lo que ha visto. Su hermano se está pasando de rosca.
      Por un momento tiene la extraña sensación que no lo conoce; por lo menos, no
      como antes.
        En la cocina desayuna algo malhumorada. Su madre está preparando café y
      su  padre  lee  el  diario  soñoliento.  Entonces  aparece  David  despeinado  y  sin
      afeitar. Su hermana le mira seria y con cara de pocos amigos.
        —Para variar, el mundo va de mal en peor —comenta el padre, mientras lee
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