Page 102 - Abrázame Fuerte
P. 102
Y sin saber cómo, se cuentan sus vidas. Comienzan preguntando por la
familia y acaban hablando de cine, arte, comida japonesa e incluso se revelan el
signo del horóscopo. Los dos son tauro. Tonterías, pensarán algunos. Pero Silvia es
de las que piensan que no hay nada mejor que dos signos iguales como pareja.
« Bea es escorpio. No pega ni de coña con tauro. Demasiado controladora» .
En ese mismo momento, en un piso inferior
Marcos está en su cuarto tocando la guitarra cuando su madre le interrumpe
entrando en la habitación sin avisar ni llamar a la puerta. Como de costumbre.
—Ya paro, mamá —suspira Marcos dejando la guitarra encima de la cama.
—No, hijo, no es eso —responde ella.
—¿Ah, no?… ¿Qué ocurre?
—Nada, sólo quería charlar un rato contigo. ¿De dónde vienes?
—Del cine. —El chico no tiene muchas ganas de contarle a su madre su cita
con Estela.
—¿Has ido solo? —insiste ella.
—Con una amiga del instituto.
—¿Sólo una amiga…? —deja caer su madre. Le gustaría someter a su hijo a
un interrogatorio de primer grado para sonsacarle todo y confirmar lo que
sospecha: tiene a una chica en la cabeza. No se lo dirá nunca, pero la verdad es
que, cuando el chico está enamorado, toca mucho mejor la guitarra. Parece que
el amor saca lo mejor de él. Y aunque parece que a la señora Soler le moleste la
guitarra, en realidad le encanta, sólo que le recuerda a su marido, y eso, a veces,
hace que se ponga triste—. ¿Has ido con Silvia, la vecina? —insiste.
—No. —Marcos calla; su madre sigue esperando. El chico suspira y, aunque
no soporta a su madre cuando se pone cotilla, añade—: Con una amiga suya. Se
llama Estela. ¿Quieres saber algo más?
—¿Y cuál de las dos te hace tilín? —sigue chinchando la señora Soler.
—Mamá, por favor…
—Bueno, no es normal que siempre vayas con chicas. Alguna te gustará, ¿no?
—Pues no, mamá —aclara Marcos—. Es sólo que me llevo mejor con las
chicas. No es nada malo, ¿no?
—Claro que no, hijo.
Su madre llega a la conclusión de que ya ha insistido lo suficiente y se
dispone a dejar al chico solo cuando éste, en un pronto, le cuenta, emocionado:
—¿Sabías que Silvia tiene una colección de películas de los años ochenta
como las que tenía papá? Incluso sabe por qué Atreyu se llama así.
La madre de Marcos mira a su hijo pensativa. Al final, sonríe.