Page 178 - Abrázame Fuerte
P. 178

frenar y se cae encima del primero.
        Todas miran el suceso. La verdad es que ha sido una caída muy cómica. El
      primero en caerse busca su zapato, y el segundo, al levantarse, tiene toda la boca
      llena de arena.
        ¿Quién de las chicas reirá primero?
        Estela se aguanta la risa con la mano, Ana mira para otro lado contagiada por
      su amiga. Silvia dibuja una sonrisa, y Bea es la primera en soltar una risotada.
        —Mmm… Arena… Qué rica… —bromea Estela.
        Bea se troncha de risa y no puede parar, y al cabo de un rato le duele tanto la
      barriga que se la sujeta con las manos. Al resto de Princess les sucede lo mismo.
        —Si usted quiere adelgazar, haga la dieta de la arena. ¡Proteínas, hidratos de
      carbono y alta en fibra! —Estela pone voz de locutora publicitaria.
        —¡Me meo! —exclama Ana con lágrimas en los ojos.
        Los niños se levantan y, al ver a las chicas reír, se contagian de su risa tonta.
      Y, como son niños, en seguida retoman el juego: el pequeño con la boca llena de
      arena  saca  la  lengua  como  si  fuera  un  monstruo  y  empieza  a  perseguir  a  su
      compañero.
        —Es alucinante… Los niños son la repera… —dice Ana a modo de reflexión.
        —Y que lo digas… —le sigue Silvia.
        —Es como una metáfora de la vida, ¿no? —comenta Estela—. Mirad, un niño
      persigue a otro niño, el primero se cae y el otro se cae con él. ¿Será que lo que
      perseguimos nos hace tropezar con la misma piedra?
        Todas  las  chicas  se  quedan  pensativas.  Estela  se  ve  obligada  a  añadir  otro
      comentario porque ve que nadie la ha entendido.
        —Estoy hablando de chicos, amigas… ¡Chicoooos!
        En  ese  instante  se  oye  un  pitido  de  móvil.  ¡Un  SMS!  Todas  buscan  en  sus
      bolsillos y sacan sus teléfonos a la vez. ¡Son tan amigas que parece que hagan
      una coreografía! Tres de ellas vuelven a guardar el móvil. Bea no.
        —Hablando de hombres… A ver si adivináis quién me ha enviado un SMS…
        —¿Quién? —pregunta Estela mientras Silvia piensa: « Por favor, que no sea
      Sergio. ¡Que no sea Sergio!» .
        —Pablo…
        —¿Tu ex? —se sorprende Ana.
        —El mismo.
        Todas se quedan calladas. Todas piensan lo mismo pero no dicen nada. Pablo
      es el verdadero amor de su vida. Bea puede estar ahora ilusionada con Sergio,
      piensan  todas,  pero  lo  de  Pablo  no  lo  tiene  superado.  Una  simple  llamada  la
      puede  dejar  hecha  polvo  durante  un  mes.  Pero  ella,  que  es  una  chica  muy
      orgullosa,  se  muestra  fuerte  y  hace  ver  que  no  le  importa  demasiado,  y  sus
      amigas le siguen la corriente, sin querer hurgar más en la herida.
        —¿Y qué quiere? —insiste Estela.
   173   174   175   176   177   178   179   180   181   182   183