Page 176 - Abrázame Fuerte
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quieres pasar el resto de tu vida con ella, que quieres que tu sueño se convierta en
realidad.
—¿Sueño? —pregunta Sergio inquieto—. ¿A qué te refieres?
—Que sueñas todas las noches con ella antes de ir a dormir y que te gustaría
levantarte todos los días viendo su cara, sintiendo su olor, y tocando su piel. Y que
lo que más deseas en esta vida es que el sueño se convierta en realidad —
contesta Silvia.
—Qué bonito —contesta el chico con sinceridad, mirándola a los ojos,
admirado.
—Es lo que pienso cuando estoy enamorada de alguien, que me gustaría ser
lo primero que viera al despertar y lo último que viera antes de irse a dormir y
que no fuera…
Entonces, los dos exclaman a la vez:
—¡Un sueño!
Mientras, en la habitación de Marcos
Marcos llega de pasear a Atreyu y se da cuenta de que algo anda mal. Estela
lleva la chaqueta puesta y parece que estaba a punto de marcharse. Está muy
pálida y tiene los ojos llorosos.
—¿Qué te pasa, Estela? —le pregunta.
—Nada; no me encuentro bien…
—Pero ¿así, de golpe? —se sorprende el chico—. ¿Qué tienes?
—Estoy mareada. Prefiero irme —contesta ella.
—Pero ¿por qué?
Estela no puede evitar el llanto. Marcos la abraza en seguida, consciente de
que le está pasando algo grave. De un tiempo a esta parte, su amiga come poco,
se marea con frecuencia y está muy pero que muy sensible. De alguna manera,
tiene el presentimiento de que tal vez haya hecho algo malo. Es muy raro, ha
bajado al perro diez minutos, la ha dejado sola, y ella se ha puesto así.
—Perdona, pero ¿tiene algo que ver conmigo?
—Lo siento, Marcos… Yo…
—¿Qué?
Estela le confiesa que ha leído la canción de amor a Silvia. Marcos no dice
nada. Apoya su mano derecha en el hombro de Estela para consolarla pero, en el
fondo, no le gusta que ella haya traicionado su confianza. Ésa es su libreta
personal. Su libreta más íntima.